A través de la Nutricionista Ivania Luengo, Salud Machalí realizó un informativo de alimentación saludable para concientizar al adulto mayor en su mes.
La Nutricionista de Salud Machalí, Ivania Luengo, señaló porque es importante tener un buen estado nutricional en la tercera edad, determinando que “Para los adultos mayores la nutrición es un factor crítico, ya que repercute tanto en la salud física como en lo emocional. Entre muchos otros cambios físicos las papilas gustativas desaparecen de una forma progresiva, lo que disminuye la capacidad para sentir los sabores”.
“Esto influye en las preferencias de ciertos alimentos, pudiendo aumentar el consumo de comidas dulces o saladas, y por ende, tener una dieta poco equilibrada. La menor sensación de gusto impide disfrutar la comida, lo que provoca que se consuman menos alimentos.También existen otros problemas frecuentes o asociados que son: aparición de enfermedades crónicas y degenerativas, por ejemplo; pérdidas de piezas dentarias, merma de la capacidad gustativa, baja actividad física, baja de la estatura, pérdida de masa muscular (proceso llamado sarcopenia), disminución de la autovalencia e intolerancia a ciertos alimentos (lactosa o gluten)”.
Ivania Luengo se refirió a la selección de alimentos en el adulto mayor y sus consecuencias, manifestando que “Todo lo anterior influye en la selección de los alimentos y motiva una menor ingesta de frutas y vegetales que constituyen fuentes esenciales de fibra natural. El consumo de proteínas también se reduce con los problemas dentarios, ya que la posibilidad de masticar con prótesis dental es mucho menor si se compara con la de los dientes naturales, por lo que se recomienda preparar papillas fáciles de tragar y con digestibilidad liviana. La alimentación debe modificarse manteniendo la facilidad en su preparación, cuidando su presentación y que sea estimulante para el apetito”.
“Otro de los cambios importantes es la disminución en la movilidad gastrointestinal y el aumento en el tiempo de tránsito intestinal, que se acompañan de una sensación precoz de saciedad y anorexia, siendo el estreñimiento un problema frecuente del adulto mayor, lo que se asocia a la mala alimentación”.
En relación a la actividad física la profesional de Salud Machalí, expresó “La disminución en los deportes y en la actividad física también está relacionada con la baja del apetito. En estos casos, se debe orientar a que la persona aumente el ejercicio físico de bajo impacto, como caminar, hacer yoga, pilates, baile, según sea su capacidad. En algunos casos los adultos mayores que viven solos, pueden sufrir de depresión, alteraciones cognitivas y consumo regular de alcohol. Todos factores asociados a mala nutrición”.
La nutricionista también apuntó a la detección de enfermedades crónicas como factor de riesgo de una mala nutrición, diciendo que “Algunos problemas gastrointestinales se relacionan con las náuseas y la anorexia. La diarrea y el estreñimiento también guardan relación con una ingesta insuficiente de alimentos en individuos con enfermedades crónicas. Por ejemplo; la diabetes mellitus, la enfermedad de las arterias coronarias, la insuficiencia cardiaca congestiva y la hipertensión, son enfermedades que se tratan con restricciones dietéticas de los azúcares, grasas o sal, los tres componentes de la dieta responsables del sabor de la comida”.
En relación a los medicamentos, Luengo manifestó que “También pueden influir en la absorción o eliminación de los nutrientes y alterar el metabolismo vitamínico. Algunos ejemplos son: el incremento en las pérdidas de sodio, potasio y calcio causado por los diuréticos; la menor absorción de vitamina B12, hierro y calcio provocadas por los antiácidos, la reducción de la Vitamina D durante el tratamiento con fenitoína y la inhibición de la absorción de zinc y calcio por los suplementos de hierro”.
Generar hábitos alimenticios es lo más importante para la nutricionista de Salud Machalí, de esta manera, la profesional señaló que “En general, los horarios de comida deben tratar de mantenerse, sin embargo, es importante destacar que dependiendo del estado nutricional en que se encuentre la persona, puede necesitar más de cuatro comidas, ya sea por una posible patología como la diabetes, o para reforzar su alimentación. Además, los adultos mayores suelen disminuir su capacidad de tolerancia al volumen, por lo cual es una buena sugerencia fraccionar la alimentación para entregar las calorías necesarias”.
“A pesar de todos los cuidados que se les pueda brindar, hay un grupo que por patologías asociadas, o por inanición, no son capaces de mantenerse bien nutridos y van disminuyendo cada vez más su peso. En algunos de estos casos es necesario apoyar al paciente a través de otras vías de nutrición, como es la llamada alimentación enteral, la cual aporta alimento líquido a través de la vía oral (aporte extra) o por sondas”.
“Por lo tanto, al minuto de entregar la alimentación se debe tener en cuenta todos los antecedentes mencionados anteriormente, para tener la certeza de que se está administrando la dieta correcta y se ajusta a las necesidades individuales de cada persona, según sus preferencias patologías y entorno”.
“Para una mejor calidad de vida durante la tercera edad es necesaria una nutrición sana y equilibrada para lograr un envejecimiento pleno”, con esta frase la Nutricionista de Salud Machalí, Ivania Luengo, hace un llamado al adulto mayor para qué tome conciencia de su alimentación, ya que una buena nutrición mejorará su calidad de vida”.
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