En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del 1 al 7 de Agosto, la nutricionista Ivania Luengo entrega consejos a la comunidad.
“La leche materna es el modo de alimentación más completo, abarcando todas las necesidades nutricionales, inmunológicas, emocionales y de crecimiento, incluso beneficiaría al aumento del coeficiente intelectual del menor.”
BENEFICIOS PARA LA MADRE
Disminución del sangrado post parto.
Facilita la recuperación del peso pregestacional.
Disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario.
Reduce el riesgo de depresión post parto.
Favorece el apego y vínculo entre madre e hijo(a).
Colabora con la economía familiar.
BENEFICIOS PARA EL RECIÉN NACIDO(A)
Lo protegerá de enfermedades infectocontagiosas (gastrointestinales y respiratorias).
Menor prevalencia de obesidad.
Reduce el riesgo de presentar caries.
Disminuye el riesgo de tener diarrea.
Mejora el desarrollo psicomotor y cognitivo.
Menor riesgo de mala oclusión dental.
“Durante el período de lactancia, la leche se adapta a las necesidades del recién nacido, por ejemplo, existen variaciones en distintas horas del día. Modifica su composición a medida que los niños van creciendo y necesiten de nutrientes o factores de protección. Tendrá diferenciaciones a las distintas horas del día, entre cada mamada o en una misma. La grasa en la leche materna tiene fluctuaciones diurnas, con más concentración después del mediodía. Siempre hay una importante variación dentro de una misma mamada, siendo la segunda leche 4 a 5 veces más concentrada en grasa que la primera.”
“Cabe mencionar que la leche es procedente y excretada debido a la acción de dos hormonas: la prolactina, encargada de producir, y la oxitocina, quien la secreta a los conductos mamarios. Y se podrán ver diferentes tipos de leche desde el nacimiento, las que concederán los nutrientes para cada etapa: calostro, leche de transición y madura.”
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